Continuación de "Diario de un Maquis"
Días 7 y 8 de Octubre de 1944
Días 9, 10 y 11 de Octubre de 1944
Días 12, 13 y 14 de Octubre de 1944
Días 15, 16, 17 y 18 de Octubre de 1944
Días 19, 20, 21 y 22 de Octubre de 1944
Días 23, 24 y 25 de Octubre de 1944
Día 26. Hemos pasado bien la noche en la casa y la mañana comienza bien, pues nos han avituallado un poco y nos dan café y un poco de coñac que bebemos por primera vez y que nos reconforta, aunque es muy poco (3/4 de litro para 67). Comemos judías con carne de dos corderos que también nos han traído y una tajada frita y, con lo principal, un pedazo de pan para cada uno (50 gramos), que a todos nos ha parecido un manjar de lo más exquisito. Creo que esta tarde, después de una cena ligera como el resto, saldremos para adelante. (Hasta hoy no he querido poner esta nota simpática, una “guerrillera” que viene junto con su marido, 20 años, pasando todas las privaciones que nosotros, pero con una valentía que nos causa admiración a todos). Mal comienzo hemos hecho hoy subiendo por barrancos de cabras. En un llano pequeño hemos cogido unas pocas de patatas cada uno y unas cebollas que nos servirán de comida para mañana. Así llegamos a una casa, llamada “paridera”, donde pasamos la noche.
Día 27. Por la mañana bajamos a una vaguada donde con dos corderos podemos comer bastante regular, aunque siempre quedándonos con hambre. pues el pan sigue faltando. Falta nos ha hecho esta comida. pues hoy tenemos camino por hacer. Por suerte tenemos un pastor de guía para atravesar la planicie de Jaca. A las seis y media salimos en marcha para dar este salto hasta el río Aragón.
Día 28. La marcha se hizo muy bien y sin incidentes, por buenos caminos, pasando orilla de Jaca, dirigidos por el guía hasta llegar al río Aragón, el cual lo pasamos con agua a la rodilla, escasamente a unos 50 metros de un puesto de guardia enemigo, pero la cosa se deslizó en orden y todo marchó bien. Comenzamos a subir la montaña y cerca de la cima nos acostamos a dormir (para mi ha sido imposible por el frío). Esta mañana, a las cinco hemos continuado para quitarnos de la vista de Jaca, y después de atravesar la cima, en una vaguada, hacemos el acantonamiento, donde desayunamos un pedazo de carne y después comemos carne con patatas (felizmente con sal). A mi me ha tocado de cocina y no he pegado ojo. El Comandante nos habla y dice que ahora comenzaremos a dejarnos ver y que esta tarde iremos ya en marcha al pueblo de Atarés, donde pedimos una ayuda y donde todos responden bien (menos en casa del Alcalde en que somos recibidos a tiros). Se le mandan algunas ráfagas, pues por no causar daño en las casas de los otros ciudadanos lindantes, se le deja tranquilo. Seguimos para pasar otra montaña. La recolecta ha sido buena: Pan, patatas, nueces, manzanas, peras, judías, jamón y hasta tres tortas llamadas por aquí “cocas”, pero sobre todo el pan ha sido abundante. El pueblo me ha dado una buena sensación y a pesar de ser una zona siempre dominada por ellos, hablan de las ansias que tienen de sacudirse el yugo del tirano que los oprime. Buen comienzo para sostener los ánimos de los más decaídos y ver cómo piensa el pueblo español. Continuamos hasta una paridera donde pasamos la noche.
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