Fernando Montero Martínez “Luís” es trasladado al campamento de “El Manco de la Pesquera”. De dicho campamento se acercó “Bienvenido” para trasladarlo. “Luís” en compañía de “Bienvenido” iniciaron la marcha. Llevaban suficiente comida para no tener que parar a suministrar en ninguno de los puntos habituales, pues la G.C. vigilaba estrechamente la zona. “Bienvenido” sentía atracción por una chica del molino de Peñarrubia situado entre Paracuellos de la Vega y Huércenes, y allí se dirigieron en contra de las directrices de sus mandos. El molinero había sido detectado por la G.C. y le habían puesto a su servicio. Cuando llegaron los guerrilleros y cargaron comestibles, fueron atacados, cuando iniciaban la marcha, por el molinero y varias personas más, con hachas y martillos. “Bienvenido” herido logró huir, pero “Luís” fue entregado a la G.C. y obligado a llevarles al campamento. Dicho campamento se encontraba vacío, pues “Bienvenido” tuvo tiempo de llegar y dar la alarma. Cuando la G.C. llegó con “Luís” y no encontraron a nadie, le aplicaron la “ley de Fugas”.
Encontrado este hecho histórico en el libro: “Los Guerrilleros de Levante y Aragón” de Salvador F. Cava, reproduzco literalmente la nota a pie de página, donde encontramos las pertenencias que llevaba “Luís” en el momento de su muerte.
“Fernando Montero Martínez “Luís” había nacido el 30 de junio de 1931, tenía una estatura y complexión regular y poca barba. En su aciago final vestía americana de género de lana con dibujos a rayitas blancas y azules, pantalón de pana negro sujeto con unas correas por encima de los tobillos, calcetines de lana naturales sin teñir, alpargatas de lona blanca con piso de esparto y bufanda al cuello de dibujos grises y encarnados. Su armamento y efectos ocupados fueron un fusil checo calibre 7,92, en el lado izquierdo de la caja lleva una inscripción hecha a punta de navaja con el nombre de “Luís” y las iniciales AGL, y en el lado derecho las iniciales MG, en el lado derecho del guardamanos las mismas iniciales AGL. Suspendida del cinto llevaba una cartuchera de cuero negro de las de reglamento en el cuerpo de la Guardia Civil conteniendo 65 cartuchos del mismo calibre que el fusil, un macuto de lona color kaki con tres camisas, tres calzoncillos, una camiseta, un pañuelo, cuatro talegos viejos, dos vendas, una cuchara, una máquina y una barra de jabón de afeitar, una brocha, una pastilla de jabón y un peine roto, una cartera de bolsillo de cuero de mala calidad y muy usada sujeta con una goma, medio metro de mechas de encendedor, dos plumas de escribir usadas, un peine encarnado de pasta y en una funda de cartón un espejo en cuyo respaldo figuraba una etiqueta (Casa Rodríguez, cuchillería, perfumería, taller de afilar, San Martín, 3, Valencia), y una cartilla de racionamiento de tabaco con el número 1.541.813 expedida en Mohorte a nombre de Fernando Montero Martínez, en la que faltaban por cortar los cupones correspondientes a los meses de enero y febrero”.
Humildes pertenencias de un luchador por la libertad.
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