29 abril, 2013
22 abril, 2013
Masacre en La Pesquera (nuevo)
Reedición del vídeo sobre el enfrentamiento armado entre guerrilleros y guardias civiles, ocurrido el 30 de enero de 1947 en La Pesquera (Cuenca). Se encuentra, además de en "You Tube", en la web www.elmanco.es
15 abril, 2013
Paquina, enlace de la guerrilla antifranquista
Un enlace donde encontraremos esta entrevista a Paquina.
Me llamo Francisca Nieto Blanco, pero los guerrilleros me apodaron “Paquina” y durante mucho tiempo me llamaron así. Yo pertenecía a una familia de derechas, pero me enamoré de Vicente Campillo, un líder sindical durante la República en Ponferrada. Entonces mi mundo cambió completamente. Me casé con él y tuvimos un hijo al que llamamos “Alberto Progreso” Cuando estalló la guerra, mi marido marchó al frente de Asturias. Murió en la zona del Escamplero. Entonces yo empecé a colaborar con los huidos que regresaban del frente asturiano. Me detuvieron y encarcelaron en cuatro ocasiones. Aproveché la libertad de 1948 para emigrar a Latinoamérica. Regresé definitivamente treinta años después.
07 abril, 2013
Canción de los guerrilleros
Maria Enciso – 1947
Madre, no bajan del monte,
los que al monte se subieron,
ni de día ni de noche,
mis ojos vuelven a verlos.
Madre, yo quiero que vengan,
que vengan los guerrilleros.
¿Te acuerdas de aquella noche,
que nuestro pan compartieron?
¿Te acuerdas del que me dijo:
Serrana del sol moreno,
jazmín blanco de la sierra,
hueles a flor de romero?
Aquella noche soné
con siete caballos negros
en la sierra de Huelva
y en las montañas de Gredos.
El pelo, negro y luciente,
todo sembrado de espejos,
y aquella voz melodiosa,
brusca y cariñosa, a un tiempo.
El se fue para ser libre,
y aquí quedó prisionero.
Y si no viene a buscarme
yo me marcharé a su encuentro,
porque desde aquella noche
mis ojos no han visto el sueño,
y está todo oscuro y triste
como en el más largo invierno.
Por ser libres y valientes
a la sierra se subieron.
Madre, yo quiero que vuelvan
que vuelvan los guerrilleros.
Yo lo espero entre dos luces
con un cantar en el pecho,
y un fusil frío de nieve
reluciente de luceros,
clavado en el corazón
con siete caballos negros.
¡Qué valientes por la sierra,
qué gallardos por el pueblo!
Madre, yo quiero que vuelvan
que vuelvan los guerrilleros.
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