Carta a una Madre [homenaje a Carlos Javier Palomino, joven madrileño asesinado por el fascismo]

Un joven, uno de tantos que todavía caen a manos del fascismo en España, cayó bajo el filo de un cuchillo de monte en manos de un militar nazi en Madrid. Este pasado domingo 11 de Noviembre, Carlos Javier Palomino moría casi instantáneamente, una puñalada en su joven corazón, efectuada por un profesional de la muerte, acababa con su vida. Nunca desapareció el fascismo de este país, nunca la derecha “democrática” había alentado tanto a sus cachorros descerebrados. El Madrid heroico de resistencia en la guerra no fue finalmente la tumba del fascismo como rezaban sus pancartas emblemáticas izadas en sus calles. Ahora mas que nunca el “NO PASARAN” tendría que ser el grito unánime de los muchos, que como yo, creemos que la razón prevalecerá frente a la barbarie.

Sirva este humilde homenaje de recuerdo de lo que miles de jóvenes como Carlos, hicieron por este pais.

Cerca de 4.000 maquis entraron por el valle de Aran en octubre de 1944. La liberación de Francia del invasor nazi, hizo crear esperanzas entre los luchadores españoles para sacar a Franco del poder. Hoy día se ve como un fracaso aquella “aventura”, los supuestos apoyos que el pueblo daría a los guerrilleros no se dieron. Hartos de guerra, de represión y de hambre, pocos fueron los que voluntariamente se volcaron en auxiliar a sus libertadores. La ayuda aliada no llegó, y el ejercito franquista, aun mal equipado y con soldados de reemplazo, obligaron a cruzar nuevamente la frontera a los miles de maquis que entraron. Decenas perdieron la vida. Uno de ellos, de los que no sabemos su suerte, escribió esta carta a su madre días antes de la invasión:

"Bueno, madre, me tengo que despedir porque pronto empezará ya la marcha; echo de menos el perfume de los árboles frutales, la canción brava del Ebro, y el rojo de la tierra y de los tejados, os echo de menos a todos vosotros, de veras. Cuando recibáis esta carta, ya habrá empezado todo. Por eso sabed, sabed que luchamos por vosotros, sabed que apretamos los dientes ante la nieve y el frío para que lleguen días mejores, en fin, luchamos para que los pájaros vuelvan a pintar su canto sobre el cielo libre de nuestros pueblos. Mi voz es la voz de mi corazón, canto al dolor de mi destino, un racimo de palabras te regalo, madre, para que las guardes acurrucadas junto a todos vuestros corazones porque esta vez sí que venceremos al fascismo".

El fascismo en España no fue vencido, aun tuvieron que pasar muchos años para ver como el dictador moría en una cama, y aun tenemos que ver pasar mucho tiempo para ver borradas de las calles, plazas, iglesias y edificios oficiales, los emblemas, placas y recuerdos de los que hundieron con sangre y represión a este país.

¡¡¡NO PASARAN!!!