26 julio, 2007

Exhumación de "INO"



Estuve allí, y me siento un privilegiado por los momentos intensos que viví.
En una zona idílica de la sierra cacereña, hubo acontecimientos en la posguerra que al propio Rajoy le invitaría a oír, ya que alardea de que cuando el gobierne va a acabar con “eso” de la Memoria Histórica.
Tal vez la historia de cómo tres valientes falangistas del pueblo de Roturas fueron a buscar a una pobre mujer, cuyo marido a su vez ya había sido “paseado” no le conmovería, pues para el son cosas del pasado, y ya se sabe, el pasado es mejor no removerlo. Se escondía en una zona cercana al pueblo, entre árboles y salientes de roca para guarecerse un poco. Cuando la encontraron, al que le dieron orden de apuntarla y tirar, no tuvo valor y se volvió andando al pueblo, los otros dos le siguieron, pero ese día habían salido a cazar y no era plan de volverse sin su preciado trofeo. Se volvieron y la asesinaron fríamente, enterrándola en el mismo sitio de su muerte. Todavía está allí, esperando que alguien la saque, como a “INO”, como a otros que están diseminados por la zona y que ya se tiene todo preparado para exhumarlos.

No se si el cura de la época estará en la lista de futuros a beatificar, pero un lugar en la santidad tiene que tener reservado. Poner a “INO” y a Trinidad justo en la puerta para que todo el que pasara al campo santo pisara a dos despreciables rojos, demuestra la calaña de la que estaban hechos muchos curas de antes y de ahora.

Estuve también en la majada donde en el tiroteo que se produjo después de una delación, murieron el “INO” y un guardia civil. Una vez allí vi los agujeros de bala en la puerta, y el suelo donde cayó “INO” dentro de la casa.

Mientras, los voluntarios del Foro por la Memoria seguían excavando y limpiando el hoyo, para una vez transcurridas 12 horas de duro trabajo (encomiable la labor de esta gente) se pudiera ver los huesos mezclados de los dos antifranquistas.

Durante la jornada, el guerrillero Eulalio Barroso “Carrete”, contaba infatigablemente a quienes le oíamos y también a los medios informativos, los avatares de su época de resistencia armada en el monte. Si con más de ochenta años, y prácticamente todo el día de pie, no hubo manera de agotarle, me imagino en su juventud las penurias de la guardia civil para cogerle. Haber tenido el privilegio de oír bastantes horas al guerrillero, no tiene precio.

Una exhumación mas, una fosa sin nombre abierta de par en par, una dignidad que nunca perdieron recuperada para la historia, y como dice el cartel que pusieron en la verja del cementerio… A estos “Rojos” no los pisa nadie mas.


1 comentario:

olvidatuequipaje dijo...

Queridos amigos, yo estuve en Roturas el día 12, en el acto de homenaje, y entrevisté a Carrete.
Mañana se emite la primera parte de dicha entrevista en Radio Utopía, en el programa Olvida tu equipaje.
http://olvidatuequipaje.blogspot.com/2008/09/prximo-programa-entrevista-con-el.html
Si estáis interesados os paso el enlace del programa cuando esté colgado en internet.
¡Un saludo!