01 febrero, 2007

Una Guerrillera: Enriqueta Otero Blanco

Enriqueta Otero Blanco
La fidelidad a unos principios, hizo que la existencia de esta luchadora antifranquista poco conocida, pero en mi opinión, posible merecedora de varias obras sobre su azarosa vida, la llevara incluso a resistir con las armas en la mano durante siete largos años como huida.

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Nacida en febrero de 1910, en Castroverde (Lugo) en el seno de una familia de labradores con tierras y ganado.

Un tío suyo que ejercía como sacerdote fue quien enseñó a Enriqueta las primeras letras. Continuó en la ciudad (Ferrol) el colegio hasta acabar el bachillerato. Su vocación para la enseñanza la hizo acabar magisterio en la década de 1920, y trabajó de maestra en la escuela para niñas en San Cosme de Barreiros. Tras su paso por varios colegios más en su vida de docente, aprueba unas oposiciones en Madrid y se traslada para ampliar los estudios especiales para sordomudos y también se faculta como practicante. Al estallar la Guerra Civil ayuda en el hospital de Carabanchel, en el cual acaba siendo miembro de la dirección de este y de varios más.

Combatió como miliciana en el frente de Madrid, pero el golpe de Casado supuso su detención, y al acabar la guerra fue llevada a la cárcel de Ventas. En esta cárcel intervino en un motín con rehenes que supuso la salida de bastantes detenidas entre las que ella se encontraba. Viajó en tren hasta Lugo donde se escondió en casa de un cura amigo de la familia, para, posteriormente desplazarse a la zona de Castroverde, donde varios grupos de maquis llevaban tiempo organizados con puntos de apoyo que los escondían en casas y les suministraban lo que necesitaban.

Fue una de las pocas mujeres guerrilleras que se vieron obligadas a resistir en el monte, y sus siete años de maquis lo confirman. Tuvo varios encuentros armados con la guardia civil, teniendo que emplear granadas de mano en alguna ocasión, y siendo la movilidad continua el factor que hizo de esta y en general de todas las partidas, el que aguantaran años en los montes.

Localizada su ubicación en una casa habitual donde se escondían y editaban propaganda, Enriqueta se defendió hasta agotar la munición, y fue capturada herida grave, pero aunque fue trasladada y operada con rapidez, las torturas empleadas contra ella aun convaleciente de sus lesiones, hicieron que no aguantara y supuso la detención de cuarenta personas entre huidos y enlaces.

La habitual pena de muerte aplicada en estos casos, le fue conmutada por la de treinta años, de los cuales pasó diecinueve en varias cárceles, saliendo en libertad en 1965.
Rehace su vida en Castroverde y en 1974 el régimen la autoriza para ejercer nuevamente de maestra, destinándola en el año 1975 a la escuela de Fontarón.
Su apuesta de una visión cultural desde la izquierda, hizo que impulsara varios proyectos de rehabilitación de escuelas y creara asociaciones culturales donde la adquisición de libros fue uno de sus cometidos en los que se empleaba a fondo.
La cultura popular para paliar las desigualdades sociales y culturales de las capas desfavorecidas, fue un pilar básico para el cual Enriqueta no dudaba en reclamar a los políticos más esmero.

Ahora que llevamos tiempo reclamando una ley de la memoria que verdaderamente borre de nuestras calles los símbolos y nombres franquistas, por lo menos en Lugo podemos ver una placa que pone: Calle Enriqueta Otero.

4 comentarios:

Alvaro dijo...

Que mientras nos inundan con telerrealidades enlatadas donde héroes de nada se nos muestran como ejemplos, o con películas donde armarios de tres puertas salvan al mundo y se llevan a la chica... estas historias se queden a oscuras para la mayoria, además de una pena, es una verguenza. Me ha venido a la memoria el estupendo libro de Dulce Chacón, La Voz Dormida, donde precisamente hablan de la Cárcel de Ventas, que ya no existe.

Un saludo y un voto desde el corazón y el agua.

vicente lamela dijo...

Conoci a DªEnriqueta de pequeño, en Santiago de Miranda, poblacion cercana a Castro Verde, Siempre hablada de la democracia ,de la lucha de clases, de sus proyectos para hacer una escuela.
Una Gran persona y una gran republicana
Vicente Lamela

vicente lamela dijo...

Conoci a Dª Enriqueta de pequeño , en Santiago de Miranda (lugo) , donde ella residia y yo iba a pasar los veranos a una casa familiar.
Era una persona fascinante, que a pesar de la edad tenia una enorme vitalidad, llena de proyectos de futuro.
una Gran persona y una gran gallega y republicana

Anónimo dijo...

HOLA Q LINDO SABER DE TODO ESTO SOBRETODO POR QUE MI PADRE Q EN PAZ DESCANZE ME COLOCO MARIA DOLORES EN HONOR A ESTA GRAN MUJER. ORGULLOSA ME SIENTO




MARTES 12/06/2012 CHILE