10 enero, 2012

Por qué estorba la memoria

Del asturiano Gerardo Iglesias sabemos lo más relevante de su historia personal, al llegar a ser Secretario General del PCE durante los años 1982 al 1988, cuando dimitió Santiago Carrillo del cargo. Contribuyó a la creación de IU de la que fue Coordinador General y diputado por Madrid. En el XII Congreso del PCE del año 1988 renuncia a todos sus cargos, y, al contrario que la mayoría de políticos de este país, no busca vivir de ello y retorna a su antiguo trabajo de minero hasta que una enfermedad laboral le obligó a retirarse. Lo que no es tan conocido, o por lo menos no se aireó lo suficiente, es su relación familiar con la guerrilla antifranquista asturiana. Su padre ayudaba en lo que podía a los hombres del monte y fue descubierto, detenido y brutalmente torturado. Gerardo, por la implicación paterna, fue testigo directo de los contactos con la guerrilla, conociendo a varios de ellos en persona. El mismo Gerardo fue detenido en varias ocasiones durante el franquismo por sus luchas en la minería y en la creación del sindicato CCOO. Tal vez, desde mi punto de vista, en la etapa que tuvo en sus manos la organización comunista en todo el estado, pudo haber trabajado en la línea de estudio, difusión y reconocimiento de la lucha del entramado guerrillero que su propio partido organizó contra el franquismo. 

Tal vez por eso, o por no tener las manos atadas, investigó una serie de grupos o familias involucradas directamente con la lucha armada antifranquista, y ha editado un libro (muy recomendable) que, en el mes de su edición, fue líder en ventas de la categoría de “no ficción” en Asturias. 

Son historias brutales de represión contra unos hombres y mujeres por el simple hecho de rebelarse contra un régimen militar impuesto por medio de las armas. Todas son impactantes y demuestran el grado de implicación del propio régimen en los desmanes de saqueos, asesinatos, violaciones y torturas que ejercieron sin ningún control los nuevos verdugos fascistas. 

Verdaderamente el título refleja fielmente por qué estorba la memoria a los actuales herederos políticos del franquismo. 

En el capítulo dedicado a “Los Castiellos”, Guillermina Rubiera, nieta y sobrina de Emilio Rubiera y sus hijas Asunción y Carmina, relata fielmente como asesinaron a su abuelo y tías en este pasaje del libro: 

"Mi abuelo era un hombre bueno que socorría a todo el que lo necesitaba, sin preguntar cómo pensaba. Donde había un necesitado, allá iba mi abuelo con potas de comida. Abría su casa a todos. ¡Cuántas veces comía el cura en la casal A mi abuelo no le faltaba de nada, tenía la mejor casería de Quintes. Las dos hijas que vivían con él, Carmina y Asunción, tenían un taller de costura. Eran lo que se dice una familia pudiente. Mi abuelo ayudaba a los guerrilleros por bondad y porque consideraba injusto que les hubieran empujado a vivir de aquella manera. Además, Alfredo Urdieres era un vecino del pueblo". 


El horrible crimen de Quintes producía una enorme conmoción en la comarca y más allá de ella. A pesar de que el común de las gentes ya estaba familiarizado con las noticias que corrían de boca en boca y que hablaban a diario de palizas, paseos, fusilamientos, mutilaciones, violaciones a mujeres, incautación de bienes o simplemente robos, desalojos de casas por la fuerza, para quedárselas o quemarlas, y un largo etcétera, lo ocurrido en Quintes a la vista de la vecindad, por mucho que intentaron ocultarlo, era percibido como culmen de aque­lla barbarie. Nadie podía explicarse cómo y por qué habían hecho aquello a tres seres honrados e indefensos. Guillermina Rubiera tiene muy clara la respuesta: 

"Cuando quemaron la casa era de noche, no recuerdo la hora. Antes de quemarla cargaron camiones en los que se llevaban todo. Robaron todo lo que había dentro de la casa y fuera de ella. Ese fue el motivo de quemar a mi abuelo y a mis tías: robar lo que había y disimular el robo. El confidente conocía todas las cosas que había de valor y quisieron aprovecharse de ellas. Aquel traidor sabía o suponía que mi abuelo tenía dinero guardado en casa, y fueron a por ello. Para nosotros siempre estuvo muy claro que el motivo de quemarlos fue el robo". 

Sobre la muerte de Emilio y sus hijas, una versión bastante extendida habla de que los asesinaron antes de incendiar la casa. Sin embargo Guillermina lo desmiente. "Los tres fueron quemados vivos, atados dentro de la cocina" -dice ella-. Y añade. "Esto pudo saberse al re­coger los cadáveres; quedaron señales que demostraban que habían sido atados. Si los hubieran matado antes para qué iban atarlos". Para los vecinos que los oyeron gritar mientras ardía la casa, esto siempre estuvo claro. 

Guillermina aclara otro extremo importante sobre lo ocurrido en casa del abuelo. En varias publicaciones se sostiene que allí vivía ocul­to un capitán de marina republicano, y que éste también fue quemado al mismo tiempo que Emilio y las hijas. 

"Eso no es cierto -afirma-. Allí no vivía ningún capitán de marina, y sólo aparecieron los tres cadáveres de mi familia. Con mi abuelo y mis dos tías sólo estaba el criado, pero éste dormía en la panera y no le pasó nada".


“Por qué estorba la memoria. Represión y guerrilla en Asturias 1937-1952”. Edita: Madera Noruega Editores (2011). Autor: Gerardo Iglesias. ISBN: 978-84-939429-0-8.

3 comentarios:

jotake dijo...

hola maquis estupendo trabajo,tu blog es muy bueno, es verdad que gerardo a sido el politico mas honrado de todos los que han habibido en esta supuesta democracia todos deberia tomar ejemplo pero precisamente ese es el ejemplo que noles interesa...un saludo, pasare por aqui a leerte me parece de lo mas interesante

Anónimo dijo...

Estoy acabando el libro.
Lo compre por el motivo que se indica arriba, que Gerardo Iglesias es un político de los que no quedan.
Sin embargo, a pesar de que me tiene un tanto enganchago, considero que las historias deberian incluir un contexto. Faltan datos para ver la historia completa. Narran represion sufrida por un grupo de personas sin saber si habia motivos para ello.
Entiendo que los datos aportados son ciertos (y repugnantes), sin embargo me quedo a medias.
Otro aspecto que no me ha gustado es que todas las muertes provocadas por las fuerzas represivas son 'asesinatos', sin embargo, las llevadas a cabo por la guerrilla son 'ajusticiamientos' (salvo las del guerrillero que se volvio loco y mato a media aldea y a alguno de sus compañeros)
No tiene mayor importancia. Sin embargo, me hace pensar que Gerardo tal vez no ha sido del todo objetivo. Una historia donde los malos son siempre malisimos y los buenos siempre buenisimos es dificil de creer.
En fin. Que me esta pareciendo interesante, pero ahora me toca buscarme (y leerme) uno que narre la historia de la guerrilla asturiana en un contexto mas amplio (se aceptan recomendaciones) y otro que hable de la represion en asturias durante la GCE
Saludos

Julio dijo...

Otra historia dice que sí que hubo motivos ya que la casa se utilizaba como punto de encuentro de diferentes grupos de la guerrilla de diferentes zonas y que está relacionado con la “operación exterminio” que la falange orquestó para eliminar a la guerrilla antifranquista. ¿Cual es la verdad? Quién sabe.