En 1950, casi en las postrimerías de la lucha antifranquista en los montes de Málaga y Granada, la guardia civil intenta sacar provecho del desánimo de los guerrilleros lanzando octavillas para que se entreguen. Lo mejor de esto, es que parte de lo que dicen en el panfleto… era verdad.
1 comentario:
No mentían, no...
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