15 mayo, 2008

Relato

Encontrado en la red esta perla: "Los bandoleros, héroes populares".

Don José Hinojo de la Rosa escribe un relato para el programa de feria y fiestas de Villaverde del Río en Septiembre de 2005.

Comienza el relato recordando historias y leyendas que, según él, todo pueblo que se precie tiene en su imaginario popular. Los bandoleros del siglo XIX que merodeaban por Sierra Morena, robando a los ricos para repartirlo supuestamente entre las familias necesitadas, se convirtieron en héroes populares con apodos ilustres como “Curro Jiménez” o “Barquero de Cantillana”.
Historias de trabucos y monedas de oro entremezcladas ¿inconscientemente? con los guerrilleros antifranquistas de la sierra, a los que Don José, considera asi mismo, bandoleros igualmente. Una vez más la ignorancia, o lo que es peor, la ¿intencionalidad? manifiesta en seguir considerando a los maquis como delincuentes comunes aun dentro del siglo XXI.

Esta es la última parte del relato:

“Según me comentó Juan, fue en el pueblo extremeño de Malcocinado, en la provincia de Badajoz, donde nació el bandolero apodado "El Chato Malcocinado". Sus andanzas por la Sierra surgieron después de la Guerra Civil Española, los motivos de su huida fueron políticos. A los bandoleros que eran contrarios al régimen franquista se les llamaba "maquis". Se dedicaba a la captura, por toda la comarca, de personas adineradas por las que pedía grandes rescates; concretamente, en Cazalla de la Sierra prendió a Don Domingo Gómez, hermano del entonces Ingeniero Director de Villanueva del Río y Minas, Don Manuel Gómez, el cual tuvo que pagar para la liberación de su hermano doce mil duros. La muerte del bandolero tuvo lugar en una emboscada, preparada por un agente del Gobierno, en una fuente existente en el término municipal de Alanís, donde fue abatido a tiros”.

En realidad, el grupo de Juan Manuel García Martínez “Chato de Malcocinado”, fue delatado por los enlaces que les proporcionaban comida y la fuerza armada franquista los rodeó y logró acabar con varios guerrilleros, incluido el “Chato”

Pero lo mejor del relato está en el final:

“Son muchísimas las historias que me contó Juan sobre aquellos héroes legendarios y que por falta de espacio no puedo relatar. Lo que si es cierto es que la existencia de estos bandoleros formó parte de una bella época, donde la vida transcurría llena de poesía, imaginación y realidades que no deberíamos olvidar porque fue una etapa de las historias y costumbres de nuestros pueblos”.

Tal vez el hambre de la posguerra, la ley de fugas, las torturas a los enlaces, junto con la represión y el terror impuesto por el régimen, sea la bella época llena de poesía en la que transcurría las vidas de la gente según Don José.
La imaginación y la realidad si es verdad que tuvieron un protagonismo destacado para la simple supervivencia de las gentes, y lo que sin duda apoyo completamente del relato, es que no deberíamos olvidar esta etapa de la historia.

No hay comentarios: